ELEGIA A MIGUEL VARGAS
- José Manuel Lopez Mohiño
- 24 nov 2018
- 3 Min. de lectura

Quien me iba decir
Que un día de Junio
Iba yo a Paradas venir
Para orar de un cantaor
Aunque no nacido aquí
Si en la Puebla de Cazalla
Pero Paraeño de por si.
Quien me iba a decir
El hablar de Miguel Vargas
En su pueblo de Paradas
Que no sepan los de aquí.
Pero quiero hablar de Miguel
Mirar al alto cielo y rogar
El traerlo a nuestra memoria
Para escuchar de nuevo su cantar
¡Si!
Su cantar que no podemos olvidar.
Lo días han pasado
Los años también
Pero sigue estando presente
En nuestras almas del ayer
Las que están vivas, están latentes
En el día a día, en cada amanecer.
Miguel Vargas no se ha ido
Entre nosotros está
Está en los altos cielos
Ejecutando su cantar
El que oímos desde aquí
Trasladándonos a la Gloria Celestial.
Cierto día, en un ocaso primaveral
Sentí el latido de su cantar
Entre murmullos de guitarra
Nació del que os habla un recitar
Era la guitarra de Pedro,
¡Si! de Pedro Bacán
Y como colofón final
La siguiriya estremecida
De Miguel Vargas que en la gloria está.
Los recuerdos ya idos, ya lejanos
Pero dentro mi alma aun siento su cantar.
Días luminosos del mes Junio
Días radiantes de sol
Que aminoran la pena
Por la falta de un cantaor.
Se nos fue al cielo
Al cielo subió
Y al llegar hasta el Divino
Lo quiso escuchar.
Le cantó por Soleáres, Seguiriyas y Toná
Y mirándolo le dijo Dios
Esa gracia no la tengo ni Yo.
Se nos fue Miguel Vargas
Miguel el de “Los Almendrillos”
Como lo conocían aquí en Pará.
En la Gloria cantando está
Asombrada está la Trinidad
Padre Eterno quien pudiera cantar
Dame las Bienaventuranzas por Soleá
Dame el bien hacer de Miguel
El cante por Seguiriyas, por Livianas
De su cante sin igual
Amen de otros Soleares y Tonás
Pero dame sus Marianas
Que es su cante magistral.
Se nos fue al cielo
Al lado de luminosas estrellas
Con los Ángeles cantando está
Y mare que fiesta le forman
A la Santísima Trinidad.
Algunas veces, entre los olivares
Se escucha un murmullo
¿Es el aire? ¿Es la brisa?
¿A los olivares quieren acariciar?
¡No!
Es el ronroneo de una guitarra
¡Si!
Es la guitarra de Pedro, de Pedro Bacán
Que en el cielo acompañándole está.
Se nos fue al cielo
Al lado de luminosas estrellas
Con los Ángeles cantando está
Y mare que fiesta le forman
A la Santísima Trinidad.
Yo quiero estar en la fiesta
En la fiesta de la Gloria celestial
Pero déjame que desde aquí bajo
Te haga poesía glosando tu cantar.
Como cantas Miguel
Por seguirillas me haces llorar
Pero cuando te oigo por soleares
Me miro en el espejo del alma,
De tu alma, de tu humanidad.
Miguel dile a Dios de mi parte
Que tú estás en lo universal
Que aquí abajo, te seguimos queriendo
Y no te podemos olvidar
Que oración más bonita
Es hacerte unas letrillas por soleá
Ahí la llevas escúchala.
Porque te has ido
A la Gloria Celestial
Dejándome con la pena
De no poderte escuchar
Porque te has ido
A la Gloria Celestial
Dejándome solo, solito
En este mundo de maldad
Al Dios le he pedido
Que me quite la pena
Me de la alegría
De estar en el cielo
Para poderte escuchar.
Que la pena se me va
Y me llega la alegría
Cuando escucho tu cantar.
Entre los trigales y los olivares verdes siento su presencia.
Lejos queda aquel día de Junio que nos dejó
con la pena y el sentir de no poder escuchar
más su cante.
Para ti Miguel Vargas
Cante grande la soleá,
Dulce como el almíbar,
Del que nació en Paradas
Encontrando la dulzura
En templos de trigales
Con su voz clara y pura.
Está todo, todito tu cante
Guardado en mi memoria
Venero de sonora fuente.
Cante de miel en la Gloria,
El cante de tu garganta
El que llevabas en el alma,
Desde juventud lejana,
Prendió con añoranza
En una clara mañana
Luminosa de esperanza.
Tu cante en la besana
Llena de amor sentido,
El cante por ti querido
Con el aire de Paradas.
Cuando no oigo tu cantar,
Me voy al olivar
Para hartarme de llorar.
Esta noche los duendes del recuerdo
nos han traído a Miguel Vargas, el que ya es eterno.
No hablemos más, tengámoslo siempre en la memoria.
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